Objetos surgidos
de la nada
tierra, caminos, árboles,
pájaros, sonidos, aire,
duendes, sueños…
Silueta del silencio

Esos trastos surgidos del terruño, sin pies ni cabeza, recuperados del sueño del olvido, de no ser nada más que olvido, desecho sin sentido, que ha dejado de ser útil en lo que había sido, se han transformado de un no servir para nada, en otro servir que tampoco sirve para nada más que para mirar, observar, fluir en pura atracción de los sentidos.

Jordi Palli siempre ha tenido maña para encontrar la palabra que habita atrapada en los objetos perdidos, básicamente en el entorno rural que admira y le atrae, y despertar en su establo-taller el alma que lleva incrustada en la piel, y hacer preguntas que nos cuestionen cuando instalemos la mirada, en atracción, en instante, en tiempo recuperado.

Mirando estos objetos olvidados en la nada, nos encontramos de nuevo con el paraíso perdido del juego, donde hay que saber transformar lo real en irreal, y entrever más allá de la realidad que se deja tocar, un mundo onírico donde viven personajes llenos de formas, curvas, texturas, colores, magia y fantasía. Puedo llegar a ver, detenida, la vida del entorno rural del Lluçanès en estos trastos, trashumancia, tierra, pasto, caminos, árboles, pájaros, movimiento, sonidos, aire, duendes, sueños… Y, sin embargo, tal vez Jordi busque en el olvido, la silueta del silencio que surge cuando todo está en su sitio, el razonable orden que impone el paisaje.

Si después de escavar la tierra, surge una sonrisa, un guiño de complicidad, y ese olvido transformado con las manos, en el taller del artista, nos hace preservar el recuerdo de un orden a otro, lo que fue, la tenacidad, la perseverancia, la frustración, el amor, la pasión… y nos invita a quedar atrapados en un instante fugaz, de una nada a arte, pensamiento, palabra, vida…, he aquí que habremos encontrado el misterio, y quizás, tal vez quizás, una chispa de gozo devuelva la nada del olvido al terruño.

Gabriel Salvans